Máximo Kirchner ubicó a su amigo Fernando Basanta a controlar la caja de la SecretarÃa de Inteligencia, una masa de dinero desconocida y sin control alguno.
Oriundo de Santa Cruz y fiel militante de La Cámpora, Basanta es una de las peronas de mayor confianza de Máximo y aún figura como director nacional de Relaciones con el Poder Legislativo del Ministerio de Justicia.
En en 2013 estuvo cerca de saltar a la secretarÃa parlamentaria de la Cámara de Diputados, pero Máximo optó finalmente por Lucas Chedrese, por gestión del camporista José Ottavis.
Basanta ahora tiene una tarea ardua como es la de manejar fondos millonarios a la orden del hijo de la presidenta. Se trata de un histórico botÃn que en los papeles debe destinarse a las tareas de inteligencia secretas, pero los espÃas compartieron con el Gobierno de turno.
No serÃa la idea del hijo de la Presidenta, quien con la asunción de Oscar Parrilli al frente de la SI quiere un control total de los fondos.
